
Existen softwares especializados para monitoreo en tiempo real y detección de contenidos maliciosos. Se trata de acciones fundamentales para identificar casos de difamación online.
La difamación online consiste en la publicación de datos en el entorno digital que, sean falsos o no, generan un daño en la reputación de una marca. Se caracteriza por su alcance masivo y su propagación inmediata, y puede presentarse de manera evidente o más bien sutil. La implementación de medidas preventivas es fundamental para minimizar las consecuencias negativas.
Todo sobre la difamación online
Nadie se encuentra exento de sufrir un ataque de tipo personal en el mundo online. Para las marcas, sean empresas o individuos, implica un riesgo mayor debido al alcance que tienen y a la magnitud del daño que pueden sufrir sus imágenes públicas.
La difamación online también es conocida como “libelo cibernético”. Consiste en la publicación de datos, informaciones y contenidos que se caracterizan por desacreditar a una marca.
El fenómeno se destaca por su alcance masivo y su propagación inmediata, condiciones que se presentan por las características mismas del entorno digital.
Pueden ser fake news o acusaciones basadas en hechos verídicos y comprobables. Pueden ser rumores, datos privados, información confidencial que se filtra, contenidos que se publican sin el consentimiento de las partes involucradas y más.
Los contenidos pueden aparecer en distintos espacios digitales: redes sociales, blogs, sitios web, foros de intercambio.
En todo caso, lo importante es la ferocidad con la que se ataca a la marca en cuestión con el fin de desacreditarla. Y las consecuencias negativas que esto genera para su imagen pública.
Motivos y consecuencias
Las razones por las que se busca difamar a una marca son numerosas. La bronca por parte de consumidores descontentos, la intención de otras marcas por perjudicar a su competencia y el deseo de hacer el mal por sí mismo son algunas de ellas.
Los motivos son importantes, pero para la gestión de la reputación online deben quedar en segundo plano. La práctica profesional solo debe concentrarse en los efectos que genera en las marcas y en responder de manera inmediata para tratar de evitar que los daños sean profundos e irreparables.
Las consecuencias pueden ser devastadoras. La credibilidad de las marcas se pone en juego y, en el caso de las personales, la difamación incluso puede afectar la vida íntima de los individuos.
Qué hacer ante el libelo cibernético
El primer paso consiste en la identificación precisa de la difamación online. En muchos casos, se trata de algo evidente, que no requiere de mucho trabajo para el reconocimiento. Sin embargo, en oportunidades el libelo es sutil y puede pasar desapercibido.
El monitoreo en tiempo real es clave. Permite reconocerlo y también medir su magnitud. Por ejemplo, las consecuencias para la reputación no son las mismas si el comentario malicioso es uno o si forma parte de una campaña que se ejecuta de manera sistematizada en contra de una marca determinada.
Si la difamación es grave, si se ponen en juego aspectos de la vida privada, de la intimidad, acusaciones serias sin sustento, se pueden tomar medidas legales. Existen especialistas en derecho digital capaces de brindar un asesoramiento sobre las acciones a seguir.
La eliminación de contenidos es uno de los aspectos más delicados de la gestión de la reputación online, ya que puede generar un efecto contraproducente sobre la imagen de marca.
No obstante, aplica para determinados casos de difamación online. Incluso se puede contactar a las distintas plataformas (redes sociales, blogs, motores de búsqueda y más) para que sean estas quienes se encarguen de eliminar los contenidos.
Prevención y proactividad
Como en toda estrategia de reparación de daños, la implementación de medidas preventivas es fundamental para evitar que la difamación online repercuta con gravedad en la reputación de una marca.
Una de las acciones a implementar es el monitoreo en tiempo real. Es clave prestar atención a cualquier mención o contenido que resulte sospechoso, y no esperar a que el asunto pase a mayores para abordarlo.
También se debe trabajar en materia de privacidad y seguridad, con medidas aplicadas a la protección de datos contra accesos no autorizados y más.
Toda estrategia de gestión debe contar con un protocolo de riesgo, diseñado por especialistas con el fin de conocer cuáles son los pasos a seguir de forma inmediata ante un caso de difamación online.
Por último, tener una actitud proactiva ayuda a construir una imagen sólida y positiva, menos vulnerable a ataques de todo tipo. Para esto es necesario generar contenidos de valor, optimizar motores de búsqueda de forma constante y establecer un vínculo cercano y directo con los usuarios, entre otras cosas.